miércoles, 8 de febrero de 2012

ESC 4 – interior – la pena – día (tan triste)

‘Todos fuimos. Todos somos. Todos podemos ser’  www.tragediadesantafe.com.ar

y ella piensa, qué tendrá febrero que una vez se llevó a pappo y ahora el flaco no está más. y eso que ella no es amiga del flaco, nunca lo saludó y apenas un par de veces lo cruzó de cerca. digamos que la imagen que más se le viene a la cabeza es la de ese hombre finito, clavado en el escenario con su fernandes o su stratocaster. porque ella no vivió a timpo, si se lamenta de no haber curtido una noche en la cueva mientras pescado rabioso rockeaba a más no poder. le tocó llegar después y vivir maravillas de ese mago longilíneo. se lo acuerda en la plaza de los dos congresos, abarrotada de gente que quería que la educación siguiera siendo pública. como él que también quería y se calzó un guardapolvo blanco y en una silla quieta y sola, bañada por los rayos de sol de la úlima tarde, desgranó sus canciones. ese día fue el telonero de tantos otros, abrió el fuego (nos prendió el alma a todos). ella era chica y estaba en el secundario y adentro sentía que le crecía el tiempo, que la música le estrujaba el corazón para recordarle que estaba viva. otra vez, se acuerda, era de noche, era verano como hoy, pero esa vez era feliz el estío. el flaco se iba de un escenario con el cielo encima después de haber germinado en tantas tripas. etéreo, delicado y liviano, como una hoja más del viento, se posaba en las tablas y parecía no tener peso pese a ser un gigante descomunal para la turba que lo admiraba con sonrisas llenas de dientes y los ojos encendidos de tanta felicidad. miró con amor, como siempre miraba, con el brillo único de un alma trascendente. ahí nomás balbuceó un ‘gracias’, que casi se trago al final, como si se le hiciera un nudo en la garganta. después, un silencio breve, pero que ante la multitud se agrandó de expectativa y el sonido se le escapó otra vez de los labios con la paternalidad flagrante que le brotaba por todas partes. ‘yo, sin ustedes, soy un alga’. fue esa frase la que se le abrochó al cerebro a ella y la que nunca se va a borrar. el contraste imposible de la grandeza de un talento irrefutable contra la fragilidad de una plantita bajo el agua; el haber inventado tanto, el haber creado todo y vuelto a crearlo otra vez contra la única vez de una serpentina gomosa bajo el océano; el despilfarro de acordes exactos para las letras más brillantes contra una vida tan chiquitita que casi no parece viva.
ella no entiende hoy por qué llora tanto. cómo es que le duele tan profundo si apenas lo cruzó de cerca un par de veces. ella llora y sigue llorando. ella quiere ser toda el agua para que ese alga flote de por vida.

gracias y hasta siempre