sábado, 18 de junio de 2011

ESC 1 – Exterior – Calle otoñal – Día

El gato contempla la apaciguada manera de la mujer que cruza la vía. Ella, oscila su cabeza de derecha a izquierda y como si no creyera en el camino despejado, repite el movimiento a la inversa, casi como diciéndole que no al futuro, a aquello que la espera del otro dado de los durmientes. Hace rato que le viene negando la oportunidad al porvenir, aunque no sepa de qué se trata. En apariencia indecisa, adelanta un pie al otro y marca el paso esperando el golpe. Un estallido tumultuoso que la saque de su caminata, de su vida de negativas. Ya del otro lado pareciera que su ánimo varía del no exclusivo a la mera decepción. No hubo locomotora que la envista, que la saque de ella misma. Revé la situación. Pone cara como de medir el viento, de estimar los horarios de partida desde ambas cabeceras, de calcular la velocidad de las formaciones, sin descartar la variable del peso, claro (ha de venir rápido a esta hora que no viaja mucha gente).  Entonces desanda el trecho, vuelve al punto de partida sorteando los bretes a cada lado de los rieles en un zigzag impetuoso, ganándole la carrera a esos postes fijos que se burlan de los caminos rectos. Así una, dos, tres… ¿Cuántas veces? Hasta que deja de agitar su cabeza hacia ambos lados. Cruza por última vez (elije que sea la última vez, todavía no lo deja librado al destino) dando por fin espacio a lo que vendrá. Pero el tren no viene y la recibe el asfalto de una calle a sus ojos desierta, asegurándole que existe algo más allá de esos vagones ausentes, otra cosa a la que ya no se puede negar. Ahora, por decisión de un tren que no fue y habiendo dejado caer esa imposibilidad de avanzar, se va remontando la vereda con el mismo taconeo gentil que la paseó durante un rato. Deja atrás un montón de hojas secas. El gato la mira, se hace un nudo sobre las hojas y sabe, en otoño no sólo los árboles pierden cosas.


1 comentario:

  1. y así será, querida majo, que debemos aprender a desprendernos, sin darnos cuenta, sin pensar demasiado...

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