jueves, 14 de julio de 2011

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“Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción” Simón Bolivar


si bien este rincón es muy nuevo, se viene gestando en mi cabeza hace rato. el deseo de la expresión que nos mueve, creo que, a todos, el aprovechamiento de las bondades de la tecnología y la libertad en la que estamos nadando, me pedían a gritos decir lo que tuviera que decir. entonces se edificó en mi mente un lenguaje, una estructura, una manera. hasta ahora todo fluía en el canal de esta película quieta y no fue hasta hoy que me decidí a esta expresión que se sale por completo de las formas de este espacio.  la sensación fue exacta la de ‘en caso de emergencia, rompa el cristal’ y con mi martillito hice añicos el vidrio de esta trama, incitada por la lectura de una carta abierta publicada en un blog vecino (con perdón de la palabra).
desde el domingo a la noche, después de haber pasado un día prácticamente ideal (voto en plena democracia, interminables juegos con mis adorados sobrinos, un asado delicioso, familia, afluencia de amigos conectándose, sacándole el jugo a esto del 2.0…) me topé con una realidad, a priori, desconcertante. no es secreto que de un tiempo a esta parte me encuentro erguida bajo el paraguas de este proyecto nacional. si bien no en lo estrictamente práctico, dado que no emprendí una carrera política ‘militante’ (el entrecomillado va a cuento de lo laxo de este término y su significancia. ¿a partir de qué momento uno milita? ¿es necesaria una filiación partidaria tangible, un ‘carnet’, para suponerse militante?) por primera vez en mi vida, nació en mi la convicción y la cercanía con una propuesta de gobierno. la cuestión es que, si bien la preparación para el segundo puesto en los comicios estaba en marcha desde días antes, la diferencia con el primero fue inexplicable para mi pequeño intelecto.  supuse entonces, mañana será otro día y me entregué al sueño tardío. y sí, fue otro día, en el que las redes se empezaron a tender y en una especie de vómito catártico, todos nos decíamos, buscábamos explicarnos, encontrar los giros de la situación y el tan mentado ‘asco’ de fito páez era nada en comparación con el huracán revulsivo que provocaba, no ya el hecho de que los votos hayan sido para macri, sino más bien por la razón de esos votos. en primera instancia, encontrar a un votante del pro, fue tarea más ardua que la de encontrar la trillada aguja en el pajar, pero cuando algunas respuestas hubo, estas fuero por completo desargumentadas. ‘me gusta su manera de ser’ decía una señora, ‘aunque soy de river, lo voto’ decía un señor… entonces, con gente cercana y otra no tanto, sin proponérnoslo, al unísono en una propuesta tácita, comenzamos a buscar aceitar la circulación de toda aquella información que todos conocíamos pero que, por acción y omisión de los (casi que podríamos decir ‘el’, no?) medios masivos de comunicación, esa tremenda porción de la ciudad parece desconocer. y ahí voy, porque por más que me repulse la idea de un nuevo mandato de cuatro años y buenos aires, la ciudad que más amo en el universo, derrumbándose, lo que más me perturba de todo esto es que una inmensa porción de esos votantes  desconoce por completo a quién votó y, peor aún, no les interesa saber a quién están eligiendo, ni más ni menos que para que los represente en la conducción de la ciudad que habitamos. toda esa gente encaramada detrás de un partido político que se dice ‘sin ideologías’. entonces, leyendo la explicación de alguien que no lo votó (sigo buscando al votante confeso y convencido)  me asaltó la pregunta que disparó todo este palabrerío. ¿cómo es posible desarrollar cualquier aspecto de la vida sin ideología? y más aún, ¿cómo se desarrolla la vida institucional sin ideologías? por lo que puedo entender, dentro de mi acotado marco de pensamiento, la palabra ideología no significa otra cosa que la lógica de las ideas o, en su defecto, un conjunto de ideas. no se me ocurre siquiera la posibilidad de levantarse a la mañana sin la aplicación del pensamiento, es decir, de las ideas. desde definir si desayunás un café con leche y pan con manteca o mate amargo y tostadas con queso, sos un ideólogo. cuando decidís ir al trabajo en colectivo, sos un ideólogo. cuando elegís la birome azul, por sobre la roja, sos un ideólogo. por todo esto, no me cabe otra explicación, no puedo enarbolar otra teoría que la que dice que lo que busca nuestro actual jefe de gobierno y candidato al mismo puesto, junto con todos sus secuaces, es la auténtica ignorancia de sus acólitos (operación que, dicho sea de paso, me -estimo que nos- remonta a los más terribles años de nuestra historia). ‘no piensen’, nos está gritando desde su epítome: un globo, que no hay ser más maleable que aquel que vive en la ignorancia.
no creo estar resolviendo ni esclareciendo nada, solamente y como corolario de este desborde, a quien tenga ganas y aún no lo esté haciendo, le propongo que de acá al 31 de julio (de acá en más y siempre, de ser posible) se informe y quienes contemos con datos que no se comparten abiertamente, colaboremos aportándolos. porque lo mejor que nos puede pasar, lo único que nos puede dar dignidad es saber quiénes somos, nuestra identidad. gracias



7 comentarios:

  1. supongo, amiga, que lo que quedará con el tiempo de estos días de vértigo y enojo, serán un par de dudas, alguna que otra pregunta respondida, quizás alguna alianza inquebrantable y alguna distancia que se agiganta. quedará este texto, también, como necesario testimonio.

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  2. Un comentario cortito respecto de lo que vos llamás "pensar". Yo disiento en tu idea del pensar. Prefiero elegir el sentido más profundo de la idea de pensamiento en donde éste es el resultado de un proceso creativo que da un fruto no solamente útil, sino comprometido, complejo y profundo. Por eso la dificultad que tenemos casi todos para hacerlo. Para mi "me voy a tomar el colectivo" no es pensar, es solo tomar una idea. Y en parte creo que estamos mal por eso, porque pensar es un verdadero trabajo. Un esfuerzo que poca gente esta dispuesta a hacer.
    Saludos
    Román

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  3. yo creo en los distintos grados del pensamiento, y, creo también, que la propensión a dedicarnos a él, no sólo en lo individual sino también en lo colectivo, viene en consonancia con las posibilidades que tenemos desde el primer vagido, con lo cual, el 'esfuerzo de pensar' puede no ser un valor para muchos, y esos muchos tienen grandes razones para ver la realidad de ese modo; está en los demás, en los que aprendieron a visitarlo, en los que pudieron y tuvieron la posibilidad de hacerlo, jugar con él, recrearlo y desarmarlo, contagiar el bichito de las ganas, del ponerse a ver, del decidir siempre que se trate de uno y también cuando se trata de todos; por eso, me parece bueno, amiga majo, que le hayas dado este espacio a tus palabras que leí,sí, con la tristeza de esa mayoría que no me representa, pero también con el alivio de sentirme acompañada por otros que están de este lado del asunto, como vos y yo.-

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  4. Román, agradezco tu comentario y no sólo eso, también lo comparto. evidentemente la profundizacion de las ideas ha de ser el estadio ideal (en la acepción no redundante)de estas. pero compartiendo también el comentario de mi amiga analie (que no por ser mi amiga es que lo comparto, sino más bien porque tenemos un debate formado, digerido, y eso colabora a darle forma a una idea -¡imposible prescindir de esta palabra!- común)'creo en los grados del pensamiento'. y si justamente estamos ante una aparente falta de ideología, hay que empezar por un principio para llegar a un fin. pareciera que la gente entiende a las ideas como algo negativo, entonces, si empezamos por darnos cuenta que las ideas no son otra cosa que el motor de lo cotidiano, luego se irá vistiendo ese motor, hasta llegar a tener una carrocería completa que nos movilice seguros en el tránsito del pensamiento individual y colectivo. tu blog logró eso en mi, movilizar una idea y la intención de profundizarla con su publicación y la apertura a este diálogo que, ojalá, siga contagiando las ideas, ya sean comunes o no.
    gracias y saludos.

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  5. Ojalá siga contagiando las ideas... Aunque por la bajo (ja) te confieso mi falta de optimismo. Pienso que las ideas son relativamente fáciles de transmitir, a veces también fáciles de entender, pero en muchas oportunidades, difíciles de instalar en entornos de sensibilidades adversas. No se si me explico. Todo esto de las diferencias y los antagonismos políticos, para mi esta muy relacionado a los valores de las personas, su forma de construir la realidad, y mas íntimamente a su sensibilidad. No creo que la sensibilidad sea algo inmutable, pero definitivamente mucho mas difícil de transformar que el pensamiento racional. Bueno, soy un poco pesimista, si (como no serlo después de ese 47%)... pero eso no me inhibe de postear mis ideas, con la esperanza de generar una mínima chispa de reflexión. Me alegro que a vos te haya ocurrido.
    R

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  6. aunque sea la zanahoria del burro, mientras nos mantenga en movimiento, que sea, pese a cualquier pesimismo! sigamos reflexionando.

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  7. La advertencia "en caso de emergencia, rompa el cristal" no podría ilustrar mejor la situación actual. Por eso, me da esperanza descubrir estos espacios. Me da la pauta de que somos muchos los que reaccionamos, los que queremos "romper" con este enquistamiento preocupante.
    Y como bien expresás, para generar ese cambio, debemos empezar por lo básico: informarnos e informar.
    ¡Por este "desborde" y muchos más!

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